La realidad laboral de las mujeres mayores de 50 años

De manera histórica, y debido a la división sexual del trabajo, las mujeres han participado menos que los hombres del mercado laboral. El año 2010, la participación de los hombres era de un promedio de 74,2%, las mujeres llegaban a un 46,8%, estas cifras representan una amplia brecha de género que equivale a -27,40 puntos porcentuales (INE, 2021).

Si bien en la última década, las mujeres han aumentado progresivamente su participación en el trabajo remunerado superando el umbral del 50%, en tiempos previos a la pandemia la participación laboral femenina alcanzó su valor máximo, 53,3%. Esto simbolizaba una reducción significativa de la brecha de género a -20,6 pp. De manera estrepitosa, la realidad pospandemia cambió, y fueron nuevamente las mujeres, entre ellas las trabajadoras del hogar, una de las fuerzas laborales más golpeadas.

Otras cifras que debemos tener en cuenta

El Informe Mundial sobre el envejecimiento y la salud OMS 2022, reveló que entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%. También indicó que:

  • En 2020, el número de personas de 60 años o más superó al de niños menores de cinco años.
  • En 2050, el 80% de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medianos.
  • El ritmo de envejecimiento de la población es mucho más rápido que en el pasado.
  • Todos los países se enfrentan a retos importantes para garantizar que sus sistemas de salud y de asistencia social estén preparados para afrontar ese cambio demográfico.

Además, según el Informe de Participación Laboral Femenina (2021) se observa que antes de la crisis económica causada por la pandemia del Covid-19, Chile presentaba una brecha importante en la participación laboral femenina, situación que se vio empeorada fuertemente durante el transcurso de los meses. Esto devino, en un retroceso que representó al menos una década en la proporción de mujeres en edad de trabajar que participa activamente en el mercado de trabajo, ya sea trabajando o buscando empleo, la caída fue de un 53% antes de la crisis a un 46% a marzo de 2021. 

Los principales motivos que llevaron a las mujeres a dejar de participar del mercado laboral, fueron razones familiares permanentes, es decir, tener que realizar trabajo doméstico y de cuidados no remunerados en sus hogares. En cambio, para los hombres la principal razón es estar estudiando, con un 38,4%. Además, cabe mencionar que sólo 1,7% de los hombres que no buscan trabajo, lo hacen por razones familiares permanentes.

Las mujeres nunca la hemos tenido tan fácil, efectivamente existe una discriminación de género que se expresa en los costosos planes de salud, en las diferencias salariales y el competitivo mundo laboral, que muchas veces expone a las mujeres a la inseguridad financiera, a la informalidad y al trabajo no remunerado. Cómo abordamos esta realidad y hacemos frente a la problemática, con políticas públicas y un seguimiento a la reinserción laboral o al menos, dar apoyo a los emprendimientos liderados por mujeres mayores de 50 años, sin duda puede ser un aporte pequeño con miras a un mejor futuro para todas.